José Nieto, un maestro de la música aplicada

La excelencia no tiene que estar relacionada forzosamente con la afectación y la vanidad. Y ese es el caso del compositor madrileño José Nieto. Su amabilidad y su trato cercano, facilita el acceso a una persona de gran calidad humana y, cómo no, artística. Su generosidad se prueba en la actividad pedagógica que le ha llevado a impartir cursos y conferencias y a publicar libros técnicos sobre el oficio del compositor de música para cine (“Música para la imagen: la influencia secreta” S.L. Iberoautor Promociones Culturales.) Trabajador infatigable, es nominado once veces para el Premio Goya, siendo ganador en seis ocasiones: La pasión turca, El bosque animado,y  El rey pasmado entre otros.

Su larga experiencia (no sólo en cine, sino en  música para la danza y el teatro) unido a su espíritu analítico, le proporcionan autoridad para reflexionar sobre el oficio del compositor para cine. La música en un elemento prescindible en el cine moderno; es una opción. Sin embargo, si se opta por incluirla, hay que saber qué se pretende, dónde incluirla y cómo. Y en muchas ocasiones, los directores no saben para qué sirve la música. Todo realizador consideraría descabellado rodar sin una planificación, sin embargo en materia de sonido pocos son los que planifican el material sonoro de una película. ese material que siempre ejerce una influencia oculta, misteriosa, que es innata al producto audiovisual, es decir “audio” y “visual” a la vez, unidos e inseparables. De ahí que José Nieto no se canse en insistir en los efectos nocivos de la llamada “música de montaje” , una música que se coloca de referencia en tal proceso antes de entregársela al compositor.
La música de cine debe responder a una serie de preguntas básicas. Las dos primeras hay que hacérselas al director: ¿por qué y para qué quieres música en la película?
Las siguientes al director y al montador: ¿dónde quieres la música? y ¿cuándo quieres que comience y dónde quieres que termine?
La última es para el propio compositor y no te la puede resolver nadie: ¿Cómo debe ser la música?.
Lo primero que se debe conseguir es la respuesta a las dos primeras. El director debe preguntarse si hay que poner música en la película, si realmente la necesita. Si la respuesta es sí, la siguiente pregunta es ¿para qué quieres la música?, ¿qué esperas de la música en la película?, ¿qué quieres que añada a la imagen, al sonido, al diálogo,…? Cuando hemos contestado a estas preguntas tenemos el cincuenta por cien del problema resuelto. Sabemos que hay que poner música y que tiene que servir para añadirle emoción a las imágenes, para distanciar al espectador, para conseguir que la historia trascienda la época en la que ocurre… o simplemente para subrayar la imagen, como ocurre con el cine de género. Las posibilidades son muy variadas, pero en esta primera fase lo que hay que plantearse es esto. Luego hay una serie de procedimientos técnicos: la sincronización de la banda sonora… y luego que consigas componer algo que esté bien y que se te ocurra el 27 de febrero, porque dos semanas después debe estar grabada”.
En las ocasiones en las que me encontrado con este gran “artesano” de la música he llegado a la conclusión de que los músicos tenemos que conocer los códigos del cine y los cineastas los códigos de la música,  José Nieto es un gran abogado de dicha máxima.

José Nieto, pasó por el programa de Radio 3 

De derecha a izquierda Gonzalo Gª Santos, José Nieto y Jorge Alberto Sánchez

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